A
LA MEMORIA DE :
FLORENCIO
MORALES QUINTERO.
“No lloren si me amaban. Si conocieran el don
de Dios y lo que es el cielo. Si pudieran oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos. Si
pudieran ver con sus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos
senderos que atravieso. Si por un instante pudieran contemplar como yo, la
belleza ante la cual las otras bellezas palidecen.
Créanme, cuando la
muerte venga a romper con sus ligaduras, como ha roto las que a mi me
encadenaban, y cuando un día que Dios ha fijado y conoce su alma, venga a este
cielo en que los ha precedido la mía,
ese día volverán a ver aquel que los amaba y siempre los ama encontraran su
corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverán a verme, pero
transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte sino avanzando con ustedes en los senderos de la nueva luz, y de
la vida, bebiendo con embriaguez a los
pies de Dios, un néctar, del cual nadie se saciará jamás
Enjuaguen sus. Lagrimas y no lloren si me aman”.