jueves, 21 de junio de 2012

En el Día del Padre


A LA MEMORIA DE:
FLORENCIO MORALES QUINTERO.


 “No lloren si me amaban. Si conocieran el don de Dios y lo que es el cielo. Si pudieran oír el cántico  de los Ángeles y verme en medio de ellos. Si pudieran ver con sus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso. Si por un instante pudieran contemplar como yo, la belleza ante la cual las otras bellezas palidecen.
Créanme, cuando la muerte venga a romper con sus ligaduras, como ha roto las que a mi me encadenaban, y cuando un día que Dios ha fijado y conoce su alma, venga a este cielo en que los  ha precedido la mía, ese día volverán a ver aquel que los amaba y siempre los ama encontraran su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volverán a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte sino avanzando con  ustedes en los senderos de la nueva luz, y de la vida, bebiendo con  embriaguez a los pies de Dios, un néctar, del cual nadie se saciará jamás
Enjuaguen sus. Lagrimas y no lloren si me aman”.

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